domingo, 16 de noviembre de 2014

La historia de los vigías del Titanic, ¿la conocías?

Frederick Fleet  y Reginald Lee fueron los vigías que se encontraban en la cofa del Titanic cuando el iceberg apareció, de repente, frente a sus ojos. Otra de las historias ocultas bajo la sombra del transatlántico más polémico de todos los tiempos y que, hoy, tenemos la suerte de poder conocer.



Reginald Lee y
su personaje en la
película Titanic.
Frederick Fleet y su
personaje en la película
Titanic.
Frederick Fleet nació en Liverpool, su madre lo dejó en un orfanato cuando era pequeño y jamás conoció a su padre. Fue criado entre diversas familias de acogida hasta la edad de 12 años. A la edad de 16 años ingresó en la marina mercante, donde trabajó como vigía en el RMS Oceanic, otro de los barcos de la naviera White Star Line. En los inicios del año 1912 fue cedido al RMS Titanic.

Reginald Lee nació en Oxfordshire, tuvo una feliz infancia junto a sus padres, ambos maestros de escuela. Pero su padre falleció a los 42 años de edad y Reginald tuvo que ocuparse de sus hermanos menores. Ingresó en la Marina Mercante y posteriormente se unió a la naviera White Star Line, donde al cabo de un año fue transferido como vigía del nido de cuervos en el RMS Titanic.


Los vigías del Titanic
Imagen avistamiento del iceberg de
la película Titanic
La fatídica noche del hundimiento del Titanic, el 14 de Abril de 1912, Frederick Fleet y su compañero Reginald Lee admitían el turno de cuatro horas en la cofa del Titanic a las 22:00 h. A las 23:38 h. Frederick Fleet divisa, justo frente a la gran proa del imponente buque, una gigantesca masa negra en la oscuridad de la noche. Fleet informó dando tres campanadas de aviso y cogió el interfono de emergencias. Fue el sexto oficial Moddy quien atendió la llamada, escuchando tan solo un grito de pánico: “¡¡iceberg por proa!!”


Bote salvavidas nº 6
Pasados 20 minutos, el Capitán Smith les ordena a ambos ocupantes de la cofa que se presenten en la cubierta de botes. Frederick Fleet es asignado para encargarse de la maniobra del bote de salvamento número 6, el primer bote salvavidas del Titanic que descendió al agua. Reginald Lee fue asignado para asumir el mando del bote de salvamento número 13, que descendió al agua con 55 personas a bordo, alrededor de la 1:40 de la madrugada. Era el bote de salvamento más cargado de todos los que descendieron hasta el momento y estuvo a punto de caer sobre el bote salvavidas número 15, que se encontraba justo por debajo de éste cuando descendían por el lado de estribor.

Posteriormente, Frederick Fleet testificó que si hubiese tenido unos prismáticos en aquel momento, hubiera podido divisar el iceberg mucho antes y, por tanto, dar la alarma antes.

Bote salvavidas nº 13 a punto
de caer sobre el nº 15.
Después del hundimiento, Fleet al igual que muchos otros miembros de la tripulación que lograron sobrevivir a la tragedia, sentía vergüenza de ser superviviente dentro de la compañía y se retiró de la White Star Line el mismo año de la terrible tragedia. Sirvió en la Primera y Segunda Guerra Mundial y trabajó como obrero en los astilleros de Harland & Wolf. Pero años después, se encontraba muy arruinado económicamente y trabajó, incluso, como vendedor de periódicos.

A los 77 años de edad, Fleet pierde a su esposa y es expulsado de la casa donde vivía con su mujer a la calle. Entra en una grave depresión que lo conduce al suicidio por ahorcamiento dos meses después del fallecimiento de su esposa. 



Tras el suicidio, muchos supervivientes y personas cercanas a Fleet, aseguraban que siempre fue una gran accidentado del Titanic, desde la tragedia siempre había sentido un horrible cargo de conciencia y de culpa, por no divisar el iceberg con más tiempo, a pesar de que el Titanic, el gran barco insumergible más grande y más lujoso de todos los tiempos, no llevaba a bordo ni siquiera un par de prismáticos para los vigías. 
Lápida de Frederick Fleet, restaurada por la Sociedad Histórica
del Titanic.

Frederick Fleet descansa en paz en el cementerio de indigentes en Hollybrook en Southampton y su lápida ha estado descuidada todos estos años, hasta 1993 cuando la Sociedad Histórica del Titanic donó fondos para honorificar la persona de Frederick Fleet, considerado hoy, como un ejemplo de ciudadanía británica por el servicio prestado a su país.


Reginald Lee siguió embarcado y falleció de neumonía en alta mar. Sus restos descansan en el cementerio de Highland Road, en New Hampshire.





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