Violeta
Jessop, ¿la camarera del Titanic?
La verdadera
insumergible del Titanic. No es la superviviente del Titanic, es la
superviviente de la White Star Line.
Los
personajes más recordados a bordo del Titanic tal vez son los músicos, que
tocaron, hasta el último momento, música celestial mientras el barco se hundía
bajo sus pies. Tal vez sea la “insumergible” Molly Brown, la única de las
personas a bordo de los botes salvavidas dispuesta a volver al lugar para poder
salvar la vida de más personas que todavía podían subir al bote. Tal vez sea el
radiotelegrafista Phillips, que falleció sentado ante el telégrafo, emitiendo
la señal de socorro hasta el último segundo de su vida. Pero existe otra
historia, mucho menos conocida al nombrar el trágico accidente del Titanic. Una
historia oculta tras el lujo y la magnificiencia del barco, es la historia de Violeta Jessop, una mujer nacida en
Argentina y, posteriormente educada en el Reino Unido, que sobrevivió a las
tres catástrofes de los tres barcos hermanos más grandes de la época.
A los 21
años, Violeta Jessop, buscó trabajo para ayudar a su familia y lo encontró como
camarera en la compañía naviera Royal Mail Line. Le resultó muy difícil
conseguir el trabajo ya que, a sus 21 años de 1908, era una mujer madura para
casarse y para la vida social; pero no para trabajar en un barco. Incluso, en
una entrevista de trabajo le dijeron que debido a su juventud, belleza y
elegancia natural, podría causar problemas con la tripulación o los pasajeros.
Después de intentarlo varias veces, decidió ir a la entrevista con un atuendo
más desinteresado, sin maquillaje y sin arreglarse el pelo. Entonces fue
contratada para servir a los pasajeros de tercera clase.
Pero con el
paso de los años, Violeta buscó mejorías en sus condiciones laborales, las
cuales encontró cuando consiguió ser contratada por la White Star Line, la
compañía naviera propietaria del gran buque “insumergible”, el Titanic.
Por fin en
1910, comenzó a trabajar para la Whte Star Line, primero trabajó en el RMS
Majestic y posteriormente, trasladada al RMS Olympic.
A Violeta le
gustaba la sensación que le provocaba el Olympic, tanto lujo e impetuosidad.
Violeta estaba a bordo del Olympic cuando colisionó en 1911 con un buque de
guerra británico, HMS Hawke. Pero ambos navíos consiguieron llegar al muelle,
aunque en condiciones lamentables.
Violeta
Jessop volvía a casa sana y salva de su primer accidente a bordo.
Entonces, la
White Star LIine comenzaba la selección del personal que realizaría el viaje
inaugural del Titanic, para el cual requería trabajadores con alta experiencia
en sus respectivos puestos, dado que el Titanic,, ya conocido por todos, como
el barco más grande y lujoso jamás construido, no podía permitirse el menor
descuido.
Por otro
lado, los trabajadores de la White Star Line no querían dejar pasar la
oportunidad que ofrecía a sus vidas trabajar en el majestuoso Titanic, era una
experiencia única y deseada por todos, excepto por Violeta Jessop, que se
sentía maravillosamente trabajando en el Olympic.
Justo antes
de zarpar el Titanic, Violeta fue solicitada para formar parte de la
tripulación como camarera y Violeta, que prefería quedarse en el Olympic, fue
aconsejada por familiares y amigos de que la oportunidad de trabajar en el
Titanic era una experiencia inigualable, finalmente aceptó y ocupó uno de los
23 puestos de camareras del Titanic.
Mientras
estaba a bordo del Titanic, tuvo la satisfacción de conocer a Thomas Andrews,
arquitecto y encargado de la construcción del Titanic. Gracias al testimonio de
Violeta, hoy sabemos que Thomas Andrews siempre era un hombre agradable y
generoso que siempre tenía palabras amables para cualquier persona. Y así,
afirmaba Violeta que toda la tripulación respetaba y apreciaban a Thomas Andrews
como excepción del resto de los empresarios a bordo del Titanic, que
despreciaban continuamente a la clase trabajadora. Thomas Andrews falleció en
el Titanic a los 39 años aunque su cuerpo nunca fue recuperado del mar.
Horas antes
del fatídico accidente durante la noche del 14 de abril de 1912, Violeta salió
a cubierta para tomar el fresco antes de retirarse a su camarote. Junto a ella
se encontraba su compañera de camarote y camarera Elizabeth Leather, que escuchaba con atención la oración de Violeta, la
cual decía que la protegía tanto del fuego como del agua.
Justo antes de que Violeta pudiera conciliar el
sueño se produjo la colisión y al momento les ordenaron que subieran a
cubierta. Pudo ver como las mujeres se abrazaban llorando a sus maridos,
sabiendo que no volverían a verlos, antes de subir a los botes de salvamento.
Al instante un oficial le ordenó subir a un bote de salvamento, el bote número
16, para hacer ver a
otras mujeres, que se oponían a subir a los botes, que era seguro. Mientras
cargaban el bote un oficial le arrojó un bebé a los brazos que Violeta pudo
coger con dificultad.
Elizabeth
Leather dormía tan profundamente cuando el barco colisionó que no se despertó
inmediatamente, pero subió a cubierta justo a tiempo para embarcar en el bote
número 16 junto a Violeta. Las dos camareras pasaron largas horas a punto de la
hipotermia, hasta que pudieron ser rescatadas por el RMS Carpathia.
Cuando
embarcó en el Carpathia con el bebé en sus brazos, una mujer se arrojó sobre
ella, quitándole al bebé del regazo y desapareciendo sin más entre el gentío.
Violeta
regresó entonces a su casa como una de las 705 personas que lograron salvarse
en el Titanic, logrando sobrevivir al segundo accidente.
Pero en 1914
comenzó la Primera Guerra Mundial y cuando el Britannic fue requisado para
servir como buque hospital, Violeta se encontraba a bordo como enfermera de la
Cruz Roja británica. Atravesaba el mar Egeo por el canal de Kea cuando
colisionan con una mina provocando una gran explosión ocasionando serios daños
en el lado de babor y el Britannic se hundió en tan solo 55 minutos.
A Violeta le
recordó todo aquello a la trágica noche vivida en el Titanic, asegura que pudo
salvarse por su voluminosa cabellera, ya que fue succionada por las hélices, se
dio un gran golpe en la cabeza y fue otro naufrago quien la saco del agua
tirando de su extenso pelo. Y así, logró Violeta sobrevivir a su tercer y
último accidente en al mar.
Debido a una
insuficiencia cardíaca, Violeta Jessop, la verdadera insumergible y la gran
superviviente del Titanic, fallecía en 1971 a sus 84 años y gracias al
testimonio de esta gran luchadora conocemos más profundamente hoy lo que
sucedió en el Titanic la terrible noche de su desaparición.
Existe una película de un director francés llamada "La camarera del Titanic" y me pregunto si sería Violeta Jessop en quien está basado el personaje de dicha película, dado que la protagonista incluso guarda cierto parecido con Violeta.
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