Frederick Fleet y
Reginald Lee fueron los vigías que se encontraban en la cofa del Titanic cuando
el iceberg apareció, de repente, frente a sus ojos. Otra de las historias ocultas
bajo la sombra del transatlántico más polémico de todos los tiempos y que, hoy,
tenemos la suerte de poder conocer.
Reginald Lee y su personaje en la película Titanic. |
Frederick Fleet y su personaje en la película Titanic. |
Frederick Fleet nació en Liverpool, su madre lo dejó en un
orfanato cuando era pequeño y jamás conoció a su padre. Fue criado entre
diversas familias de acogida hasta la edad de 12 años. A la edad de 16 años
ingresó en la marina mercante, donde trabajó como vigía en el RMS Oceanic, otro
de los barcos de la naviera White Star Line. En los inicios del año 1912 fue
cedido al RMS Titanic.
Reginald Lee nació en Oxfordshire, tuvo una feliz infancia
junto a sus padres, ambos maestros de escuela. Pero su padre falleció a los 42
años de edad y Reginald tuvo que ocuparse de sus hermanos menores. Ingresó en
la Marina Mercante y posteriormente se unió a la naviera White Star Line, donde
al cabo de un año fue transferido como vigía del nido de cuervos en el RMS
Titanic.
Los vigías del Titanic |
Imagen avistamiento del iceberg de la película Titanic |
Bote salvavidas nº 6 |
Posteriormente, Frederick Fleet testificó que si hubiese
tenido unos prismáticos en aquel momento, hubiera podido divisar el iceberg
mucho antes y, por tanto, dar la alarma antes.
Bote salvavidas nº 13 a punto de caer sobre el nº 15. |
A los 77 años de edad, Fleet pierde a su esposa y
es expulsado de la casa donde vivía con su mujer a la calle. Entra en una grave
depresión que lo conduce al suicidio por ahorcamiento dos meses después del
fallecimiento de su esposa.
Tras el suicidio, muchos supervivientes y personas
cercanas a Fleet, aseguraban que siempre fue una gran accidentado del Titanic,
desde la tragedia siempre había sentido un horrible cargo de conciencia y de
culpa, por no divisar el iceberg con más tiempo, a pesar de que el Titanic, el
gran barco insumergible más grande y más lujoso de todos los tiempos, no
llevaba a bordo ni siquiera un par de prismáticos para los vigías.
Frederick
Fleet descansa en paz en el cementerio de indigentes en Hollybrook en
Southampton y su lápida ha estado descuidada todos estos años, hasta 1993
cuando la Sociedad Histórica del Titanic donó fondos para honorificar la
persona de Frederick Fleet, considerado hoy, como un ejemplo de ciudadanía
británica por el servicio prestado a su país.
Reginald Lee siguió embarcado y falleció de neumonía en alta
mar. Sus restos descansan en el cementerio de Highland Road, en New Hampshire.
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