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martes, 5 de enero de 2016

La historia del SS Californian

El barco

SS Californian (imagen obtenida
desde Google Imágenes)
El polémico SS Californian era un  barco de vapor que permitía llevar carga y pasajeros, pertenecía al grupo de empresas de J. P. Morgan’s, formando parte de la Leyland Line. El modesto barco tenía una longitud de eslora total de 136 metros, 16 metros de manga y 1 sola cubierta. Podía alcanzar una velocidad de 12 nudos, realizaba su propulsión gracias a una máquina de triple expansión y dos calderas de final doble. Su capacidad admitía 55 tripulantes y 47 pasajeros. Desde 1911 y bajo la supervisión del capitán Stanley Lord, el SS Californian realizaba la ruta Londres-Boston (Massachusetts, EEUU).

La tripulación


Stanley Lord, capitán del
SS Californian (imagen
obtenida a través de Google)
Stanley Lord (capitán) --- el capitán del SS Californian ya había pasado más de veinte años navegando el mar. Su primera vez fue a los 13 años como cadete en una barca. A sus 23 años de edad, Stanley Lord ya había demostrado su talento como navegante y obtuvo varios certificados, los cuales fueron superados con notas más altas, incluso, que muchos de los oficiales de alto rango del Titanic. Al cabo de unos años se había convertido en toda una promesa de la navegación con logros excepcionales, conducta intachable y una brillante carrera por delante con tan solo 29 años. Pero el 5 de Abril de 1912, el sueño de Stanley Lord se convierte en una pesadilla de la que jamás pudo desprenderse, fue nombrado capitán al mando del SS Californian. En su primer viaje en la ruta Londres-Boston (Massachusetts), el capitán Stanley Lord comete algunos “errores” que le condenaron a ser, durante el resto de sus días (y de la posteridad), “EL HOMBRE QUE PUDO SALVAR EL TITANIC”, algo que le atormentó hasta el final de su paranoica vida.

George F. Stewart (jefe de oficiales) --- Stewart era fiel y leal amigo del capitán Stanley Lord, solo el mando del capitán Lord superaba las órdenes del segundo oficial Stewart. Éste abandonó el puente la noche del 14 de Abril de 1912 para cubrir su siguiente guardia a las 4:00 de la madrugada del 15 de Abril. Cuando Stewart volvió a la cubierta para el relevo de la guardia, el RMS Titanic yacía en el fondo de Altántico norte. Entonces observó como distintos barcos cercanos se dirigían al mismo punto en el mar, atando cabos en sus inconscientes pensamientos, tuvo la clara visión de que el Titanic, el majestuoso, el inigualable, el insumergible RMS Titanic se había hundido hasta el fondo del mar. Steward murió durante la Segundad Guerra Mundial cuando su barco fue atacado por los alemanes frente a la isla de Wight.

Herbert Stone (segundo oficial) --- era un notable marinero, sentía por el mar una devoción admirable. Era un excelente experto, pero la noche del hundimiento del RMS Titanic no pudo imaginar lo que sucedería y tan solo fue consciente de sus actos, como casi todos, cuando ya no existía la posibilidad de enmendarlo. Antes de la Segunda Guerra Mundial dejó sus labores en el mar para, posteriormente, ocupar un puesto en los astilleros de Liverpool. Según el libro (que personalmente recomiendo al final de este post) “El hombre que pudo salvar el Titanic” de Emilio Calle se comenta que Herbert Stone jamás mencionó ni una sola palabra sobre lo que ocurrió durante su guardia la noche del hundimiento del RMS Titanic, pero sí que le confesó a su mujer que tuvo la certeza (sin poder actuar en consecuencia) de que los cohetes que vio eran inequívocas señales de socorro. Murió endeudado, arruinado y con la infinita sensación de culpa por la que, en el fondo, también vivió atormentado.

Charles Victor Groves (tercer oficial) --- Groves, tras su paso por la escuela Perse Grammar School, trabajó como aprendiz y navegó a bordo de buques comerciales, pero pronto comprendió que el trato con los pasajeros no era su mayor virtud, lo que le llevo a conseguir un trabajo en Frederick Leyland Co. Groves sentía flagrante interés por la señalización y la electricidad y trataba de enseñarse a sí mismo la telegrafía sin hilos, incluso en alta mar visitaba frecuentemente la cabina inalámbrica del SS Californian para mantenerse al día sobre las noticias y sucesos mientras navegaban por el mar. Tras el fatídico contratiempo con el RMS Titanic, Groves sirvió en la Primera Guerra Mundial al mando de un submarino, donde sufrió un accidente en el que todos fueron rescatados por marineros holandeses y trasladados a Holanda, quedando allí retenidos hasta el final de la guerra. Tras su retirada y con la revolución bulliciosa de la Segunda Guerra Mundial, sirvió como Almirantazgo en Southend, unido al armamento defensivo de la sección de los buques mercantes. Fue un conocido asesor de la marina y como tal, participó en, al menos, 25 consultas. Es una verdadera lástima que, con tan flagrante interés por la telegrafía sin hilos, Groves la noche del hundimiento, no supiera encender el aparato Marconi, una VERDADERA LÁSTIMA!!

James Gibson (marino aprendiz) --- era joven, a sus 20 años planeaba un futuro prometedor y lujurioso pero también le esperaban tragos amargos de los que difícilmente podría deshacerse de manera sutil. Sus declaraciones ante el Comité británico no hizo más que sembrar más y más dudas sobre la actuación del SS Californian ante el desastroso final del RMS Titanic. (Es muy breve la información existente sobre su vida antes y después del suceso).

Cyril Evans (radioperador del equipo Marconi) --- Evans tenía 20 años cuando navegaba a bordo del SS Californian y el único radioperador del barco. No pertenecía a la Leyland, era empleado de la Marconi Co, por lo que su trato con el resto de la tripulación no se reconocía entre compañeros, algo distinto a lo que ocurría con el capitán Stanley Lord. Tras la tragedia del Titanic, Evans continuó su servicio en la Marconi Wireless y sus nuevas empresas. También estuvo al mando de las telecomunicaciones móviles para el ejército británico en el norte de África e Italia.

La tripulación del SS Californian, incluido Gibson (quinto por la derecha)
(imagen obtenida por gentileza de José J. Carrillo desde el libro "Titanic: una
historia ilustrada" de Don Lynch y Ken Marschall)

14 de Abril de 1912


El SS Californian realizaba su travesía con ruta Londres-Boston (Massachusetts) sin pasajeros, de repente el barco se encuentra ante un gélido y escalofriante campo de gigantescos témpanos de hielo que dificultan su navegación, a escasos 650 km. al sur de las costas de Terranova. El radioperador del equipo Marconi, Cyril Evans estuvo mandando mensajes a todos los buques próximos a él, poniendo especial atención y avisando en repetidas ocasiones al majestuoso RMS Titanic del que todo el mundo decía maravillas, desde las 19:30 del 14 de Abril informando sobre la existencia de tres apabullantes icebergs en su ruta. A medida que avanzaba la tarde, casi al caer la noche, la ventisca helada fue dando paso, poco a poco, a un mar en la más extraña de las calmas, abriéndose un cielo limpio y estrellado que podía apreciarse sobre las 22:00 de la noche de la horripilante tragedia.

El radiotelegrafista subalterno del RMS Titanic, Harold Bride, recibió sobre las 22:00 los primeros informes del Californian, pero por motivos aún por descubrir, dichos informes jamás fueron vistos en el puente de mandos. Durante la mañana del 14 de Abril, el Marconi del RMS Titanic sufrió una avería que, bajo una enorme presión, fue puesto de nuevo en funcionamiento por los operadores a bordo del barco, Harold Bride y Jack Phillips, 6 horas más tarde, por lo que los mensajes personales de los pasajeros se acumularon, enfadando a Phillips. En este punto me veo obligada a comentar que los radioperadores no trabajaban para la White Star Line, eran empleados de la Marconi Co y su sueldo a bordo del RMS Titanic estaba mal pagado, cobraban por mensaje enviado y esas 6 horas con el Marconi fuera de servicio les había hecho perder mucho tiempo y dinero.

Alrededor de las 22:20 el SS California se adentra en una peligrosa zona de hielo que obliga a parar las máquinas del barco  para evitar que el hielo colisionara con el casco. Eran las 23:00 de la noche del hundimiento del RMS Titanic cuando Groves, el tercer oficial del Californian, se encontraba de guardia y divisó una prominente embarcación excesivamente iluminada, tanto que podía ver, incluso a la distancia a la que se encontraba, la luz de posición de dicho barco. Groves informó a Stanley Lord sobre la situación, éste acudió a la cubierta y, efectivamente, avistó a unas 10 millas al sur de su posición, un buque cuya trayectoria los llevaba hasta ellos. Se dirigió a Cyril Evans para preguntar qué buques podrían encontrarse cerca de su posición a lo que Evans contestó que solo podía tratarse del RMS Titanic. También hay algo que añadir a este aspecto, se trata de que, posteriormente, frente a la Comisión Británica, el capitán Lord aseguraba que no podía ser el prominente RMS Titanic, dado que desde su posición parecía que el barco era mucho más pequeño y descartó que se tratara del gran buque de los sueños, muy a pesar de que Groves lo había identificado como tal.

El iceberg que, posiblemente, hundió el Titanic (imagen
obtenida a través de Google)
Cyril Evans, a petición del capitán Stanley Lord, intentó de nuevo ponerse en contacto con el RMS Titanic en su empeño por informar y avisar sobre la presencia de un gran témpano de hielo, pero para su sorpresa, la reacción del enfadado y presionado Jack Phillips, fue muy diferente a la que esperaba, que bajo tal presión solo contestó bruscamente a Evans: “Cállese, cállese, cállese, estoy ocupado con Cape Race!!”. Esto enfureció a un Evans preocupado por hacer bien su trabajo e informar sobre los peligros que les aguardaban, por lo que dio por finalizado su trabajo y desconectó el aparato Marconi alrededor de las 23:30. Groves avistó las luces de un barco que parecía de pasaje y observó cómo, de repente, sus luces se apagaron, pero no les asignó la más mínima importancia, dado que era una práctica habitual en los buques con pasaje, como invitación a los pasajeros para irse a dormir.

A las 23:40 el RMS Titanic roza con el gran iceberg y, a pesar de sus rápidos intentos de virar a babor, el increíble transatlántico jamás construido, comenzó a hundirse. Fue entonces cuando el segundo oficial Lightoller y el cuarto oficial Boxhall, avistan las luces de un barco a unas 5 u 8 millas al norte. El capitán del RMS Titanic, Edward Jhon Smith dio la orden para emitir señales con la lámpara morse, ya que su proximidad era tal que el propio capitán Smith propuso la posibilidad de transladar a los pasajeros en los botes hasta la embarcación cercana y luego regresaran para llevar más pasajeros.

Al tercer oficial del SS Californian, Groves le pareció haber visto como el barco que divisó hace una hora les enviaban señales con la lámpara Morse, antes de la medianoche, entonces Groves y el segundo oficial Stone intentan hacer señales en respuesta con la lámpara Morse pero no obtuvieron respuesta alguna, por lo que creyeron que dichas señales serían tan solo luces de la embarcación. Pero los oficiales del RMS Titanic también creyeron lo mismo y desistieron de seguir enviando señales. En este momento Groves acude a la sala Marconi del SS Californian, donde encontró el aparato desconectado y abandonó su intento. (Si es cierto que Groves sentía interés por aprender sobre la telegrafía sin hilos, ¿cómo es posible que no supiera encender el aparato Marconi? Y si es cierto que Groves utilizaba a menudo el aparato Marconi para escuchar las noticias, ¿cómo es posible que no supiera conectarlo?)

Todos los oficiales del SS Californian dejaron sus puestos para descansar con el capitán Lord, dejando al aprendiz de marinero James Gibson de guardia en la cubierta. El segundo oficial Stone permaneció en la cubierta junto a Gibson a partir de medianoche, relevando a Groves. Stone aseguró que había observado flashes de color blanco, contando hasta cinco flashes, procedentes del buque. No se sabe con total exactitud si dichos flashes fueron conocidos por el capitán Lord, pero algunas opiniones afirman que el capitán fue informado, pero ordenó a Stone que hiciera de nuevo señales con la lámpara Morse y que, en caso de obtener respuesta, le informara inmediatamente. Pero, por lo que parece, dichas señales no obtuvieron respuesta alguna. El último flash captado desde el SS Californian fue sobre la 1:15 del 15 de Abril, tanto el segundo oficial Stone como el aprendiz de marinero Gibson observaron durante largos intervalos el buque en sus proximidades, que algunos momentos parecía acercarse a ellos. Alrededor de las 2:00 de la madrugada parecía que el barco se alejara de ellos.

RMS Carpathia (imagen obtenida a través de Google)
El siguiente relevo de guardias en el SS Californian se produjo a las 4:00 de la madrugada, cuando el jefe de oficiales George F. Stewart sustituyó al segundo oficial Stone. Media hora después del inicio de su guardia, Stewart cree ver, a unas 19 millas de distancia, flashes de color verde, los cuales procedían de un reconocido barco de vapor, con la chimenea pintada de color rojo y que se adentraba en la zona, se trataba del RMS Carpathia. A las 5:30 de la mañana del 15 de Abril, Stewart pone en conocimiento del capitán Lord el inicio de un lanzamiento de cohetes desde el RMS Carpathia. Stanley Lord inmediatamente ordena despertar a Evans para ponerse en contacto con el vapor avistado y para averiguar las causas por las que lanzaban los flashes que habían divisado. Fue entonces cuando la tripulación del SS Californian tienen constancia, a través del radioperador del RMS Carpathia, del siniestro accidente que había sufrido el RMS Titanic y recibió la orden de acudir, a la mayor brevedad posible, a la última posición dada por el RMS Titanic.

Supuesta posición del RMS Titanic y de los
barcos cercanos a él la noche del hundimiento
 (imagen obtenida a través de Google)
De una manera muy extraña, el SS Californian llegaba a la zona citada alrededor de las 8:30 de la mañana, cuando el RMS Carpathia ya se dirigía a puerto con 706 personas rescatadas del RMS Titanic, les invitó a peinar la zona en busca de más posibles supervivientes. El SS Californian rastreo la zona y continuó su camino hacia EEUU. (Y, señores, si esto es cierto, aquí se halla la gran pregunta, ¿cómo es posible que el SS Californian tardara cuatro horas en recorrer un trayecto de 31 km.?)





Declaraciones ante el Senado estaodunidense y sentencias


Tanto el capitán Stanley Lord, como sus oficiales, como el radioperador Evans fueron llamados a declarar ante el Senado de la investigación en curso con respecto a la tragedia del RMS Titanic cuando apenas habían puesto un pie en tierra firme en EEUU. Todos ellos declararon que se encontraban a unas 17 – 20 millas de las luces divisadas, que la embarcación era muy pequeña para tratarse del RMS Titanic e insinuaron en sus declaraciones la posibilidad de que existiera, al menos, un tercer vapor en sus proximidades. Dichas declaraciones alimentaron las dudas sobre los buques que podrían haber estado cerca del RMS Titanic, entre ellos el HMS Samson, un velero que trabajaba en la caza de focas y que, supuestamente, navegaba de manera furtiva por la zona del desastre.

La fiscalía a cargo de la investigación sobre el hundimiento del RMS Titanic, dirigida por Lord Mersey, no aceptó las declaraciones del capitán Stanley Lord sobre la distancia que le separaba de la catástrofe y descartó sus declaraciones, que eran, en apariencia, desorientadoras y culpó al capitán por no responder a las señales de luces blancas, las cuales estaban reconocidas como de emergencia y no intentar avanzar por la zona de icebergs aproximándose al lugar. Por otra parte, el fiscal Lord Mersey no podía entender que el SS Californian, que alcanzaba una velocidad de 11 nudos, tardara cuatro horas en un trayecto que, al menos en teoría, era de 20 millas, ¿o acaso pretendían aparentar que el SS Californian se encontraba, en realidad, a una mayor distancia del RMS Titanic? Todo esto basándose en que el RMS Carpathia realizó, en el mismo tiempo y a 14 nudos, 58 millas.

Por todo lo anteriormente expuesto, la sentencia emitida por el fiscal Lord Mersey fue ésta:

“Al ver las luces (flashes), el SS Californian podría haberse abierto paso entre los hielos que lo rodeaban, a mar abierton y sin peligro grave y haber acudido en ayuda del RMS Titanic. De haberlo hecho así, habría podido salvar muchas vida, si no todas, que se perdieron”

Lord Mersey – conclusiones de la Comisión Investigadora


Para los más curiosos me gustaría hacer aquí un pequeño aporte con enlaces hacia las declaraciones detalladas de cada uno de los oficiales, del capitán y del radioperador. Está en inglés, pero se entiende bastante bien incluso al traducirlo con el “fabuloso” traductor de Google.


El SS Californian llegó a su fin en la Primera Guerra Mundial, fue torpedeado el 9 de Noviembre de 1916 al suroeste de Cabo Matapan.

Cuando los restos del RMS Titanic fueron encontrados en 1985 y se tuvo conocimiento de su posición actual, se confirmó que Stanley Lord no ofreció al Senado de la investigación las posiciones correctas y que la distancia que les separaba del RMS Titanic y, por tanto, la distancia que les impidió salvar la vida de más de 1.500 personas aquella espantosa noche, no superaba las 11-13 millas (unos 18 – 20 km.)

Las secuelas que todo este atrayente suceso acarreó al capitán Stanley Lord fueron tales que le acompañaron durante el resto de su vida, atormentándolo cada segundo, haciéndole que cada vez hundiera más la cabeza al caminar por las calles, soportando murmullos y acusaciones a su alrededor, incluso llegando a creer él mismo, que él era el hombre que pudo salvar el Titanic…

Toda esta historia está recogida en detalle en un libro que recomiendo encarecidamente, titulado “El hombre que pudo salvar el Titanic”. Este libro es del autor Emilio Calle, a quien, personalmente aprecio y admiro sobremanera. Descubrí historias fascinantes y desconocidas para mí en este libro, las cuales me impulsaron a buscar más y más información. Es por eso que invito de manera insistente, a todo amante del RMS Titanic y de la buena lectura, a leer este apasionante e intrigante libro. Su forma de escribir, de explicar, de exponer, te sitúa tanto en el hundimiento más famoso de toda la historia como en toda la investigación llevada a cabo para poder esclarecer los motivos y las circunstancias que llevaron a su innombrable final al buque de los sueños más admirado de la historia marítima y moral. Me permito dejaros el primer párrafo de dicho libro, el cual estoy segura de que os invitará a conocer toda la historia:

“No hay forma de escapar.

No importa cuántos años hayan pasado. De tiempo en tiempo, cuando paseo por la calle, cuando intento comer en el sombrío anonimato de algún restaurante apartado, cuando entro en una oficina postal o me detengo a ojear un libro en la biblioteca, les oigo murmurar a mi lado, muy cerca, da igual lo lejos que se hallen cuando comparten su incansable letanía. A veces porque quieren que les oiga. Otras, a pesar de que ni siquiera el aire que respiran podría saber lo que dicen. Pero yo sí, Los oigo a la perfección, tan alto y claro como si lo estuvieran gritando junto a mi oído. No importa el tiempo transcurrido, la cantinela se repite, como una antigua y macabra canción infantil. Aunque invariablemente me sobresalten, sé que no hay cambios, las palabras son siempre las mismas: mira, ¿sabes quién es?, es el hombre que pudo salvar el Titanic. Y yo debo seguir caminando, contemplando ya sin interés algún escaparate o apurando una taza de té repentinamente helado. No ando más deprisa, ni vuelvo la cabeza. Jamás he tratado de responder, ni creo que nadie admitiera la réplica. Solo escucho esa frase una y otra vez, como un papel bien aprendido por cuantos me rodean, no importa dónde me halle, y que declaman perfectamente porque llevan toda una vida esperando la oportunidad de poder decirlo: mira, ¿sabes quién es?, es el hombre que pudo salvar el Titanic, y hasta tal punto están convencidos de ello que no pocas veces yo mismo he llegado a dudarlo……..”



Fuentes consultadas para la realización de este post: 

El libro "El hombre que pudo salvar el Titanic " del autor Emilio Calle.

Encyclopedia Titánica (www.encyclopedia-titanica.org)
Wikipedia (www.wikipedia.org)

Titanic in quiry (www.titanicinquiry.org)