sábado, 22 de noviembre de 2014

El primer oficial William Murdoch

William Murdoch fue el oficial del Titanic a cargo del puente de mando cuando el supremo barco colisionó contra el iceberg la desastrosa noche del 14 de abril de 1912. Ordenó virar el barco a babor, de manera desesperada por evitar el choque contra la gigantesca masa de hielo que interrumpió el camino de majestuoso transatlántico y la de todos sus pasajeros para siempre. Pero el colosal buque viajaba a alta velocidad (22 nudos) y la distancia del bloque de hielo fue avistado demasiado cerca del barco, lo que hizo imposible esquivar la colisión e impactara con el iceberg por el lado de estribor.

Murdoch fue asignado para tomar el mando en la evacuación del barco aquella noche y durante toda la noche estuvo dedicado a llevar los botes de salvamento del lado de estribor.  Hubo gran controversia con respecto a los botes evacuados por el oficial Murdoch, ya que algunos dicen llenaba los botes salvavidas hasta la totalidad de su capacidad (60 pasajeros) mientras que los testimonios de otros supervivientes aseguran que Murdoch bajaba los botes de salvamento al agua con apenas 12 pasajeros.

Cuando comenzó la evacuación, fue el oficial William Murdoch quien aplicó la regla “mujeres y niños primero”. Posteriormente se estableció que Murdoch fue el único oficial a bordo del Titanic que dejó subir a bordo de los botes a algunos hombres.


Cuando todo comenzó a desplomarse y los pasajeros empezaban a perder los nervios con el agua rozándoles los talones (literal) Murdoch era incapaz de controlar al pasaje en el orden de subida de los botes de salvamento y tuvo que armarse de una pistola para implantar su autoridad.




  Después del hundimiento no se supo nada más acerca del primer oficial William Murdoch. Algunos miembros de la tripulación aseguran haberlo visto desatando el salvavidas plegable A cuando se hundió el puente. Otros afirmaban que Murdoch se había suicidado justo antes del momento final del Titanic. El segundo telegrafista, Harold Bride, dijo que lo vió intentando subir a un bote salvavidas y que murió en el agua y no por suicidio.


Como datos curioso, en la magnífica e impetuosa película Titanic (1997) de James Cameron, primer oficial Murdoch aceptaba el soborno de hombres millonarios deseosos de subir a bordo de un bote salvavidas y librarse así del hundimiento, es decir, se insinúa que William Murdoch era corrupto, de la misma manera en la película el oficial Murdoch se suicida pegándose un tiro en la cabeza en el borde de cubierta y cayendo por la borda en el lado de estribor. La familia de Murdoch denunció a James Cameron por incluir en la película este aspecto de la vida del primer oficial y este tuvo que pagar una indemnización a la familia del primer oficial William Murdoch.

domingo, 16 de noviembre de 2014

La historia de los vigías del Titanic, ¿la conocías?

Frederick Fleet  y Reginald Lee fueron los vigías que se encontraban en la cofa del Titanic cuando el iceberg apareció, de repente, frente a sus ojos. Otra de las historias ocultas bajo la sombra del transatlántico más polémico de todos los tiempos y que, hoy, tenemos la suerte de poder conocer.



Reginald Lee y
su personaje en la
película Titanic.
Frederick Fleet y su
personaje en la película
Titanic.
Frederick Fleet nació en Liverpool, su madre lo dejó en un orfanato cuando era pequeño y jamás conoció a su padre. Fue criado entre diversas familias de acogida hasta la edad de 12 años. A la edad de 16 años ingresó en la marina mercante, donde trabajó como vigía en el RMS Oceanic, otro de los barcos de la naviera White Star Line. En los inicios del año 1912 fue cedido al RMS Titanic.

Reginald Lee nació en Oxfordshire, tuvo una feliz infancia junto a sus padres, ambos maestros de escuela. Pero su padre falleció a los 42 años de edad y Reginald tuvo que ocuparse de sus hermanos menores. Ingresó en la Marina Mercante y posteriormente se unió a la naviera White Star Line, donde al cabo de un año fue transferido como vigía del nido de cuervos en el RMS Titanic.


Los vigías del Titanic
Imagen avistamiento del iceberg de
la película Titanic
La fatídica noche del hundimiento del Titanic, el 14 de Abril de 1912, Frederick Fleet y su compañero Reginald Lee admitían el turno de cuatro horas en la cofa del Titanic a las 22:00 h. A las 23:38 h. Frederick Fleet divisa, justo frente a la gran proa del imponente buque, una gigantesca masa negra en la oscuridad de la noche. Fleet informó dando tres campanadas de aviso y cogió el interfono de emergencias. Fue el sexto oficial Moddy quien atendió la llamada, escuchando tan solo un grito de pánico: “¡¡iceberg por proa!!”


Bote salvavidas nº 6
Pasados 20 minutos, el Capitán Smith les ordena a ambos ocupantes de la cofa que se presenten en la cubierta de botes. Frederick Fleet es asignado para encargarse de la maniobra del bote de salvamento número 6, el primer bote salvavidas del Titanic que descendió al agua. Reginald Lee fue asignado para asumir el mando del bote de salvamento número 13, que descendió al agua con 55 personas a bordo, alrededor de la 1:40 de la madrugada. Era el bote de salvamento más cargado de todos los que descendieron hasta el momento y estuvo a punto de caer sobre el bote salvavidas número 15, que se encontraba justo por debajo de éste cuando descendían por el lado de estribor.

Posteriormente, Frederick Fleet testificó que si hubiese tenido unos prismáticos en aquel momento, hubiera podido divisar el iceberg mucho antes y, por tanto, dar la alarma antes.

Bote salvavidas nº 13 a punto
de caer sobre el nº 15.
Después del hundimiento, Fleet al igual que muchos otros miembros de la tripulación que lograron sobrevivir a la tragedia, sentía vergüenza de ser superviviente dentro de la compañía y se retiró de la White Star Line el mismo año de la terrible tragedia. Sirvió en la Primera y Segunda Guerra Mundial y trabajó como obrero en los astilleros de Harland & Wolf. Pero años después, se encontraba muy arruinado económicamente y trabajó, incluso, como vendedor de periódicos.

A los 77 años de edad, Fleet pierde a su esposa y es expulsado de la casa donde vivía con su mujer a la calle. Entra en una grave depresión que lo conduce al suicidio por ahorcamiento dos meses después del fallecimiento de su esposa. 



Tras el suicidio, muchos supervivientes y personas cercanas a Fleet, aseguraban que siempre fue una gran accidentado del Titanic, desde la tragedia siempre había sentido un horrible cargo de conciencia y de culpa, por no divisar el iceberg con más tiempo, a pesar de que el Titanic, el gran barco insumergible más grande y más lujoso de todos los tiempos, no llevaba a bordo ni siquiera un par de prismáticos para los vigías. 
Lápida de Frederick Fleet, restaurada por la Sociedad Histórica
del Titanic.

Frederick Fleet descansa en paz en el cementerio de indigentes en Hollybrook en Southampton y su lápida ha estado descuidada todos estos años, hasta 1993 cuando la Sociedad Histórica del Titanic donó fondos para honorificar la persona de Frederick Fleet, considerado hoy, como un ejemplo de ciudadanía británica por el servicio prestado a su país.


Reginald Lee siguió embarcado y falleció de neumonía en alta mar. Sus restos descansan en el cementerio de Highland Road, en New Hampshire.





sábado, 15 de noviembre de 2014

Españoles a bordo del Titanic

¿Has pensado alguna vez si algún español viajó en el Titanic? ¿Si algún español formaba parte de la tripulación? Y si es así, ¿murió algún español en el Titanic? ¿Como fue? ¿Cuáles son sus historias? Hoy podemos conocer la historia de los españoles que realizaron la primera y única travesía que pudo realizar el gran buque de los sueños, desde Southampton a Nueva York, y la cual nunca conoció su destino.


SERVANDO OVIÉS

Servando Oviés
Pasajero procedente de Asturias, se dirigía a Cuba con la intención de trabajar en una tienda de textiles que regentaba un familiar en La Habana. Después de muchos años se convirtió en un empresario de prestigio y realizaba múltiples viajes a Europa para adquirir productos para su empresa. Su afición por los buques lujosos y veloces fue lo que le llevo a embarcarse en el Titanic en su vuelta a La Habana y falleció en el naufragio. Su cuerpo no fue encontrado, por lo que, posteriormente, la familia se vió obligada a demandar a la compañía naviera propietaria del barco, la White Star Line, exigiendo una indemnización millonaria por la pérdida de sus pertenecías. La familia necesitó comprar un certificado de defunción falso para que su esposa obtuviera recursos económicos.


VÍCTOR PEÑASCO Y MARÍA JOSEFA PÉREZ DE SOTO

Víctor Peñasco y M. Josefa Pérez de Soto
Ambos pertenecían a familias de la alta sociedad, bien acomodadas. Acababan de casarse y disfrutaban de una larga y distendida luna de miel, la cual duró casi dos años, cuando recibieron propaganda sobre el viaje inaugural del Titanic, el barco tan grande y tan lujoso que su supremacía jamás sería puesta en duda. El matrimonio madrileño decidió embarcarse en el Titanic para dar con este viaje punto y final a su grandiosa luna de miel. Ocupaban uno de los camarotes de primera clase y la doncella del matrimonio, Fermina Oliva, quien servía a la feliz pareja de recién casados. Pero el destino de estas tres personas unidas eran muy distintos. Fermina y la Sra. Pérez de Soto pudieron salvar sus vidas embarcando en el bote de salvamento número 8, mientras que el destino de Víctor Peñasco se empeñaba en que naufragara con el Titanic y así lo hizo. Su cuerpo jamás fue encontrado, por lo que la familia tuvo que comprar una falsificación del certificado de defunción de su esposo para que María Josefa de Soto pudiera cobrar legalmente una prestación de viudedad. La última vez que Víctor y María Josefa se vieron fue dramática e irrepetible, Víctor, no le dijo que se tranquilizara, ni que todo iba a salir bien, ni que pronto se verían, solo la observó con serenidad cuando el bote arriaba y le dijo con toda su alma al descubierto: “Pepita, que seas muy feliz”. 

Fermina Oliva


La doncella, Fermina Oliva, procedente de Uclés (Cuenca) regentaba un taller de costura en Madrid y fue contratada como acompañante de la pareja durante su luna de miel. Este trabajo la condenó, irremediablemente, a vivir la experiencia y el mal trago de intentar identificar a Víctor Peñasco entre los cadáveres rescatados del Titanic.



ENCARNACIÓN REYNALDO

Encarnación Reynaldo
junto a su hermana
(imposible saber cual de
las dos es Encarnación)


De origen malagueño, trabajaba en Inglaterra sirviendo a una familia de Gibraltar. En 1912 realiza un viaje a Nueva York del cual se desconoce si para visitar a su hermana, la cual iba a dar a luz o para afincarse en Nueva York por una larga temporada. Logró salvar su vida tras conseguir embarcar en el bote de salvamento número 9. Es un personaje que despierta cierta curiosidad entorno a los que estudian las historias del Titanic, ya que después del naufragio no se supo nada más sobre ella. (Prácticamente imposible encontrar una foto de esta figura misteriosa de las historias del Titanic)






EMILIO PALLÁS, JULIÁN PADRÓ Y LAS HERMANAS ASUNCIÓN Y FLORENTINA DURÁN

Emilio Pallás (izq.) y Julián Padró (drcha.)
Se conocieron en Barcelona y decidieron embarcar en el Titanic para dirigirse a Cuba en busca de nuevas oportunidades laborales. Ocupaban dos camarotes de segunda clase y los cuatro fueron ayudados por un pasajero argentino gracias al cual consiguieron acceder a tiempo a la cubierta y embarcar en un bote de salvamento. Asunción y Florentina lograron subir a bordo del bote número 12, mientras que Julián y Emilio tuvieron que saltar, en el último momento, en el bote número 9 cuando ya bajaba por el costado del barco. (Lamento reconoceros que no he podido encontrar ni una sola foto de las hermanas Durán)


JUAN MONRÓS

La única foto que he conseguido
encontrar de Juan Monrós
Nació en Barcelona aunque, de forma habitual, tenía su residencia ubicada en París. Fue contratado como ayudante de camarero en el grandioso “Restaurante a la carta” del gran transatlántico, el Titanic. La noche del hundimiento del barco se celebraba una cena en honor al Capitán Edward Smith tras la cual, el personal del restaurante fue retenido en el corredor de tercera clase imposibilitando su acceso a cubierta y, por tanto, a los botes de salvamento. Su cuerpo fue encontrado en un estado de avanzada descomposición y se le dio sepultura en el océano.


Juan Monrós, Víctor Peñasco y Servando Oviés fueron los tres españoles que perecieron en el Titanic. Diez personas diferentes, con diez motivos diferentes para realizar el viaje y con destinos separados aunque unidos por sus recuerdos para siempre.


El libro titulado “Los diez del Titanic” recoge con más profundidad y exactitud, tanto los hechos como las circunstancias en las que se vieron los diez pasajeros españoles que se encontraban a bordo del Titanic cuando el grandioso y supremo buque colisionó contra un iceberg, en el que 1500 personas perdieron su vida en las gélidas aguas del Atlántico Norte.



Portada del libro "Los diez del Titanic"

Molly Brown, puro sentido del humor

No os perdáis esta escena de humor negro eliminada de la película Titanic, magnífica Molly Brown. Comparte si te gusta!! Un millón de gracias!!


miércoles, 12 de noviembre de 2014

Ésta sí fue la auténtica historia de amor a bordo del Titanic

La conmovedora historia de los Straus, un matrimonio perteneciente a la más alta sociedad de la época, es una de las más enorgullecedoras historias que he leído, alrededor del Titanic, hasta hoy.

El matrimonio Straus estaba compuesto por Isidor Straus, un gran empresario alemán (nacionalizado estadounidense), congresista y co-propietario de las grandes tiendas RH Macy & Co. de Nueva York y su esposa Rosalie Ida.

Ambos viajaban a bordo del Titanic, durante su primera y única travesía, desde Southampton a Nueva York, ocupando uno de los camarotes de primera clase, y en él se encontraban cuando un miembro de la tripulación entró, inesperadamente en la habitación, sugiriéndoles que se pusieran los chalecos salvavidas y fueran a la cubierta B para subir a bordo de un bote de salvamento cuanto antes.

El matrimonio obedeció y cuando llegaron a cubierta, donde se le indico que subieran al bote de salvamento nº 8, pero el Sr. Straus se negó a subir, a pesar de la insistencia de todos los presentes debido a su avanzada edad, pero no lo hizo, dado que solo estaban embarcando mujeres y niños en los botes y él no estaba dispuesto a ser el único o el privilegiado.
Justo antes de arriar el bote, la Sra. Straus ordenó detener la maniobra para quedarse a bordo del Titanic, junto a su esposo, el cual intentó convencerla para que salvara su vida y permaneciera en el bote. Pero ella, ante la asombrosa mirada de todos los que allí se encontraban, le dijo: "Hemos vivido juntos muchos años, y donde quiera que vayas, iré yo".



La doncella de la Sra. Straus, Ellen Bird, permaneció en el bote y salvó su vida, gracias a ella hoy conocemos la historia del matrimonio Straus con más exactitud.
Algunos testigos afirman haberlos visto dirigirse hacia su camarote, para morir juntos y a solas. Solo fue encontrado el cuerpo del Sr. Straus y sus restos descansan en paz en el cementerio de Woodlawn en Bronx.





Observamos interpretaciones en la película de James Cameron, Titanic. Por ejemplo, en la escena en la que Rose salta del bote de salvamento a la cubierta para permanecer en el barco con Jack.



En la película hay otra escena en la que los Straus aparecen, son los dos ancianos que mueren abrazados en su cama mientras el agua les pasa por debajo de ésta.

lunes, 10 de noviembre de 2014

¿Sabes quién encontró los restos del Britannic?


Los más curiosos del Titanic saben que Robert Ballard descubrió el Titanic hundido, en 1985, pero, ¿quién encontró el Titanic? (En la pestaña "Historia", podéis encontrar la historia de la construcción del Titanic, justo a sus dos hermanos gemelos, el Olympic y el Britannic). Los restos del Britannic fueron descubierto por el explorador Jacques Cousteau en Diciembre de 1976. El Britannic se halla hundido a una profundidad de 120 metros, es posible bucearlo (el sueño de cualquier fanático del Titanic, ya que es casi idéntico a éste!) y su interior se encuentra en muy buenas condiciones.




Los restos del naufragio son considerados un cementerio de guerra, el Britannic fue el barco más grande hundido, no solo en la Primera Guerra Mundial, sino el barco más grande hundido hasta hoy, ya que era incluso más grande que el Titanic,  y sirvió como buque hospital, requisado por la Royal Navy y hundido en el Canal de Kea.



El barco se encuentra totalmente de costado sobre el fondo del mar por el lado de estribor, y en él se puede observar un amplio boquete que se proyecta hacia fuera, que indica la existencia de una explosión interna en el Britannic que lo llevó a pique, solo tardó 55 minutos en hundirse.







Lea también la historia de Violeta Jessop, la gran superviviente de esta tragedia, y de las dos tragedias sufridas por sus dos hermanos gemelos, el Olympic y el Titanic.

Una preciosa escena que no debió ser eliminada de la película Titanic


Esta maravillosa escena, en la que se siente como Rose es rescatada de uno de los botes salvavidas y subida a bordo del Carpathia, hubiera sido genial poder disfrutarla en la película de Cameron. Al menos aquí podemos disfrutarlas. Espero que os guste. Un saludo!!