sábado, 15 de noviembre de 2014

Españoles a bordo del Titanic

¿Has pensado alguna vez si algún español viajó en el Titanic? ¿Si algún español formaba parte de la tripulación? Y si es así, ¿murió algún español en el Titanic? ¿Como fue? ¿Cuáles son sus historias? Hoy podemos conocer la historia de los españoles que realizaron la primera y única travesía que pudo realizar el gran buque de los sueños, desde Southampton a Nueva York, y la cual nunca conoció su destino.


SERVANDO OVIÉS

Servando Oviés
Pasajero procedente de Asturias, se dirigía a Cuba con la intención de trabajar en una tienda de textiles que regentaba un familiar en La Habana. Después de muchos años se convirtió en un empresario de prestigio y realizaba múltiples viajes a Europa para adquirir productos para su empresa. Su afición por los buques lujosos y veloces fue lo que le llevo a embarcarse en el Titanic en su vuelta a La Habana y falleció en el naufragio. Su cuerpo no fue encontrado, por lo que, posteriormente, la familia se vió obligada a demandar a la compañía naviera propietaria del barco, la White Star Line, exigiendo una indemnización millonaria por la pérdida de sus pertenecías. La familia necesitó comprar un certificado de defunción falso para que su esposa obtuviera recursos económicos.


VÍCTOR PEÑASCO Y MARÍA JOSEFA PÉREZ DE SOTO

Víctor Peñasco y M. Josefa Pérez de Soto
Ambos pertenecían a familias de la alta sociedad, bien acomodadas. Acababan de casarse y disfrutaban de una larga y distendida luna de miel, la cual duró casi dos años, cuando recibieron propaganda sobre el viaje inaugural del Titanic, el barco tan grande y tan lujoso que su supremacía jamás sería puesta en duda. El matrimonio madrileño decidió embarcarse en el Titanic para dar con este viaje punto y final a su grandiosa luna de miel. Ocupaban uno de los camarotes de primera clase y la doncella del matrimonio, Fermina Oliva, quien servía a la feliz pareja de recién casados. Pero el destino de estas tres personas unidas eran muy distintos. Fermina y la Sra. Pérez de Soto pudieron salvar sus vidas embarcando en el bote de salvamento número 8, mientras que el destino de Víctor Peñasco se empeñaba en que naufragara con el Titanic y así lo hizo. Su cuerpo jamás fue encontrado, por lo que la familia tuvo que comprar una falsificación del certificado de defunción de su esposo para que María Josefa de Soto pudiera cobrar legalmente una prestación de viudedad. La última vez que Víctor y María Josefa se vieron fue dramática e irrepetible, Víctor, no le dijo que se tranquilizara, ni que todo iba a salir bien, ni que pronto se verían, solo la observó con serenidad cuando el bote arriaba y le dijo con toda su alma al descubierto: “Pepita, que seas muy feliz”. 

Fermina Oliva


La doncella, Fermina Oliva, procedente de Uclés (Cuenca) regentaba un taller de costura en Madrid y fue contratada como acompañante de la pareja durante su luna de miel. Este trabajo la condenó, irremediablemente, a vivir la experiencia y el mal trago de intentar identificar a Víctor Peñasco entre los cadáveres rescatados del Titanic.



ENCARNACIÓN REYNALDO

Encarnación Reynaldo
junto a su hermana
(imposible saber cual de
las dos es Encarnación)


De origen malagueño, trabajaba en Inglaterra sirviendo a una familia de Gibraltar. En 1912 realiza un viaje a Nueva York del cual se desconoce si para visitar a su hermana, la cual iba a dar a luz o para afincarse en Nueva York por una larga temporada. Logró salvar su vida tras conseguir embarcar en el bote de salvamento número 9. Es un personaje que despierta cierta curiosidad entorno a los que estudian las historias del Titanic, ya que después del naufragio no se supo nada más sobre ella. (Prácticamente imposible encontrar una foto de esta figura misteriosa de las historias del Titanic)






EMILIO PALLÁS, JULIÁN PADRÓ Y LAS HERMANAS ASUNCIÓN Y FLORENTINA DURÁN

Emilio Pallás (izq.) y Julián Padró (drcha.)
Se conocieron en Barcelona y decidieron embarcar en el Titanic para dirigirse a Cuba en busca de nuevas oportunidades laborales. Ocupaban dos camarotes de segunda clase y los cuatro fueron ayudados por un pasajero argentino gracias al cual consiguieron acceder a tiempo a la cubierta y embarcar en un bote de salvamento. Asunción y Florentina lograron subir a bordo del bote número 12, mientras que Julián y Emilio tuvieron que saltar, en el último momento, en el bote número 9 cuando ya bajaba por el costado del barco. (Lamento reconoceros que no he podido encontrar ni una sola foto de las hermanas Durán)


JUAN MONRÓS

La única foto que he conseguido
encontrar de Juan Monrós
Nació en Barcelona aunque, de forma habitual, tenía su residencia ubicada en París. Fue contratado como ayudante de camarero en el grandioso “Restaurante a la carta” del gran transatlántico, el Titanic. La noche del hundimiento del barco se celebraba una cena en honor al Capitán Edward Smith tras la cual, el personal del restaurante fue retenido en el corredor de tercera clase imposibilitando su acceso a cubierta y, por tanto, a los botes de salvamento. Su cuerpo fue encontrado en un estado de avanzada descomposición y se le dio sepultura en el océano.


Juan Monrós, Víctor Peñasco y Servando Oviés fueron los tres españoles que perecieron en el Titanic. Diez personas diferentes, con diez motivos diferentes para realizar el viaje y con destinos separados aunque unidos por sus recuerdos para siempre.


El libro titulado “Los diez del Titanic” recoge con más profundidad y exactitud, tanto los hechos como las circunstancias en las que se vieron los diez pasajeros españoles que se encontraban a bordo del Titanic cuando el grandioso y supremo buque colisionó contra un iceberg, en el que 1500 personas perdieron su vida en las gélidas aguas del Atlántico Norte.



Portada del libro "Los diez del Titanic"

Molly Brown, puro sentido del humor

No os perdáis esta escena de humor negro eliminada de la película Titanic, magnífica Molly Brown. Comparte si te gusta!! Un millón de gracias!!


miércoles, 12 de noviembre de 2014

Ésta sí fue la auténtica historia de amor a bordo del Titanic

La conmovedora historia de los Straus, un matrimonio perteneciente a la más alta sociedad de la época, es una de las más enorgullecedoras historias que he leído, alrededor del Titanic, hasta hoy.

El matrimonio Straus estaba compuesto por Isidor Straus, un gran empresario alemán (nacionalizado estadounidense), congresista y co-propietario de las grandes tiendas RH Macy & Co. de Nueva York y su esposa Rosalie Ida.

Ambos viajaban a bordo del Titanic, durante su primera y única travesía, desde Southampton a Nueva York, ocupando uno de los camarotes de primera clase, y en él se encontraban cuando un miembro de la tripulación entró, inesperadamente en la habitación, sugiriéndoles que se pusieran los chalecos salvavidas y fueran a la cubierta B para subir a bordo de un bote de salvamento cuanto antes.

El matrimonio obedeció y cuando llegaron a cubierta, donde se le indico que subieran al bote de salvamento nº 8, pero el Sr. Straus se negó a subir, a pesar de la insistencia de todos los presentes debido a su avanzada edad, pero no lo hizo, dado que solo estaban embarcando mujeres y niños en los botes y él no estaba dispuesto a ser el único o el privilegiado.
Justo antes de arriar el bote, la Sra. Straus ordenó detener la maniobra para quedarse a bordo del Titanic, junto a su esposo, el cual intentó convencerla para que salvara su vida y permaneciera en el bote. Pero ella, ante la asombrosa mirada de todos los que allí se encontraban, le dijo: "Hemos vivido juntos muchos años, y donde quiera que vayas, iré yo".



La doncella de la Sra. Straus, Ellen Bird, permaneció en el bote y salvó su vida, gracias a ella hoy conocemos la historia del matrimonio Straus con más exactitud.
Algunos testigos afirman haberlos visto dirigirse hacia su camarote, para morir juntos y a solas. Solo fue encontrado el cuerpo del Sr. Straus y sus restos descansan en paz en el cementerio de Woodlawn en Bronx.





Observamos interpretaciones en la película de James Cameron, Titanic. Por ejemplo, en la escena en la que Rose salta del bote de salvamento a la cubierta para permanecer en el barco con Jack.



En la película hay otra escena en la que los Straus aparecen, son los dos ancianos que mueren abrazados en su cama mientras el agua les pasa por debajo de ésta.

lunes, 10 de noviembre de 2014

¿Sabes quién encontró los restos del Britannic?


Los más curiosos del Titanic saben que Robert Ballard descubrió el Titanic hundido, en 1985, pero, ¿quién encontró el Titanic? (En la pestaña "Historia", podéis encontrar la historia de la construcción del Titanic, justo a sus dos hermanos gemelos, el Olympic y el Britannic). Los restos del Britannic fueron descubierto por el explorador Jacques Cousteau en Diciembre de 1976. El Britannic se halla hundido a una profundidad de 120 metros, es posible bucearlo (el sueño de cualquier fanático del Titanic, ya que es casi idéntico a éste!) y su interior se encuentra en muy buenas condiciones.




Los restos del naufragio son considerados un cementerio de guerra, el Britannic fue el barco más grande hundido, no solo en la Primera Guerra Mundial, sino el barco más grande hundido hasta hoy, ya que era incluso más grande que el Titanic,  y sirvió como buque hospital, requisado por la Royal Navy y hundido en el Canal de Kea.



El barco se encuentra totalmente de costado sobre el fondo del mar por el lado de estribor, y en él se puede observar un amplio boquete que se proyecta hacia fuera, que indica la existencia de una explosión interna en el Britannic que lo llevó a pique, solo tardó 55 minutos en hundirse.







Lea también la historia de Violeta Jessop, la gran superviviente de esta tragedia, y de las dos tragedias sufridas por sus dos hermanos gemelos, el Olympic y el Titanic.

Una preciosa escena que no debió ser eliminada de la película Titanic


Esta maravillosa escena, en la que se siente como Rose es rescatada de uno de los botes salvavidas y subida a bordo del Carpathia, hubiera sido genial poder disfrutarla en la película de Cameron. Al menos aquí podemos disfrutarlas. Espero que os guste. Un saludo!!







sábado, 25 de octubre de 2014

La espeluznante premonición de Morgan Robertson

http://laproadeltitanic.blogspot.com.es/p/misterios.html

Es digna de conocer la historia del escritor Morgan Robertson. Demasiadas coincidencias, similitudes, y parecidos entre los sucesos narrados en su libro escrito en 1898 y lo que sucedió realmente en el Titanic 14 años más tarde, en 1912.
Una escalofriante novela premonitoria que se anticipó a los hechos que sucederían en el magnífico buque de los sueños. No se la pierdan!!

miércoles, 22 de octubre de 2014

Películas, series y documentales

http://laproadeltitanic.blogspot.com.es/p/y-mucho-mas.html

Aquí podrás encontrar todo lo relacionado con el Titanic en cuanto a series, documentales y películas. Desde su hundimiento, o mejor, desde que era un diseño, el Titanic ya estaba en boca de todo el mundo y a lo largo de los años, siempre ha sido motivo de interpretación todo lo relacionado con este lujoso buque.